jueves, 30 de octubre de 2008

8-8-8 (Madrugada Salvaje)

Photobucket
Por Gonzalo Del Rosario


gonzalodelrosario@hotmail.com

www.web-ad-ass.blogspot.com


Estaba en el asiento trasero de un taxi, proyectando otra aburrida noche de viernes, cuando veo al Garun, Adrián, Sergio, Pollo y Perro, cagándose de risa por las calles de Bolívar. Le pago al taxista, bajo y los llamo. Luego de la sorpresa (susto), ingresamos a la Chaska. Era la noche del viernes 8 de Agosto del 2008, tocada por Gejota. Es que no podía perderme la presentación de Perú Salvaje; me sentía como Jack Kerouac en un concierto de Charlie Parker.

Nos sentamos en una mesa larga que estaba preparada para su llegada, y desde donde se apreciaba el escenario de manera integral. Al lado izquierdo y un poco más adelante estaba la gente de Escape con todo su familión. Luego me dijeron que no hiciera bulla al ver cómo sacaban dos botellas de pisco encaletadas en la mochila del Pollo -es que se paltean si traes tu propio corcho-

-¿Qué te parece esa banda?-, -una mala copia de Azulejos- me había sentado entre Garun y Adrián, y si dicen que el artista no puede ser crítico y viceversa, Garun es la superación de esa regla. Como sucedió en el Tributo a Lennon del 2007, donde acuñó su máxima -ahora viene la música para el vulgo- refiriéndose a una banda interpretando los temas más comerciales y manoseados de Los Beatles.

Mientras el pisco acholado seguía quemándonos las úlceras, yo les recordé aquella tocada y les propuse a organizar un concierto tributo a los 60’s -¿por qué no sacan Layla o Sunshine of your love de Clapton?-, -oe fácil, pero mejor tocamos Cocaine, el Perro se la sabe completa-

Seguimos rajando de la banda punkeka, monótona, desafinada y bullera que siguió -típica banda limeña- cuando volteé a ver a Adrián quien seguía con su celular leyendo los mensajes de texto de su musa Yoshico -oe tío ya van a tocar creo-, -espera, déjame adorarla un rato más, solo un poco más-, -tío así es, déjalo, es su ritual antes de subir-, -manya-

Hay un lugar donde el cielo y el mar me pertenecen . . . Cuando se retiraban hacia el escenario chapé un taxi a mi jato, saqué la digital, y saqué, y regresé justo para filmar Mar de Maíz, tema que conformará su próximo álbum, con el cual han logrado plasmar el estilo de Perú Salvaje, propiamente dicho, encontrando su voz propia, como ya lo hicieran con Libertad y Blasón de su anterior disco Degollador. Las intensiones artísticas de Perú Salvaje son la perfecta mixtura entre poesía y fusión. Un paso gigante en el universo de la World Music.

Después que el Perro se mandara con sus clásicos discursos contra-culturales intercanciones, esta vez burlándose de Seguridad Ciudadana, que iba a cancelar la tocada, y yo esperando que ingresaran y lo arrastraran de los cabellos, interpretaron otra canción nueva: Al inicio de la batalla donde los vientos andinos del multiinstrumentista Sergio no solo se han vuelto parte de su propuesta, sino que la distorsión de la guitarra del Garun se complementa a la perfección con la quena, la zampoña y el charango; simplemente extraordinaria (por más que nadie entienda qué mierda está diciendo el Perro, creo que ni él).

Y es que eso es Perú Salvaje: la reivindicación de nuestras raíces. Si en antaño hubiese sido inconcebible tamaña amalgama, ahora, y con sus letras antisistema, la banda demuestra que la identidad nacional no es una moda, sino la piedra angular de esta generación.

Hoy nació un nuevo día, hoy creció un nuevo sol, ante los ojos del pueblo, es una marcha de dolor . . . Cerraron con Revolución, de su primera producción, inspirado en la rebelión de Illave. En cuestión de ideologías, Perú Salvaje la tiene clara: “En la falta de identidad de la gente hacia nuestro país, es donde nacen todos los problemas sociales, porque aquel que no quiere ni conoce, no respeta ni protege lo que es suyo. Somos nacionalistas románticos se puede decir, tratamos de resaltar al Perú y en especial su música”.

Lo mejor vino después (como siempre) las fotos y la ilegalidad que dentro de Chaska conforman el paraíso. Al mismo tiempo en que Escape destruía la tarima y el pogo masacraba las paredes . . . Sin destino no existes, no hay nada . . . Ya los Salvajes habían regresado a su mesa y se disponían a terminar la otra botella de pisco. No obstante yo deliraba con lo poco que me quedaba de Kany, y el Perro me acompañaba abriendo cartas en blanco a su genialidad.

Photobucket

. . . Dime ¿quién eres? Dime ¿quién soy? Dime ¿quién? . . . la locura de Escape servía como banda sonora para mi lancelot y el camelot del Perro quien me comentaba que si había tanta gente pogueando era porque los Escape -son unos monstruos, una bandaza tío- que anteriormente se había inclinado por la literatura y que no concebía componer sus canciones sin un estímulo natural, aunque en eso, todo Perú Salvaje estaba de acuerdo. Adrián chekeaba las fotos de su digital, miraba al techo e imaginaba su vida con Yoshico.

Photobucket

El Garun se preparaba para volver al escenario, esta vez apoyando a Gejota en el bajo. Subió semidesnudo y enmascarado: Una cara de gato dibujada con plumón rojo sobre un papel bond sostenido con cinta scotch, creo que esto no le gustó al Perro quien elogió a todos menos a -el que me llega al pincho es el bajista, ese conchadesumare lo voy a matar, oe conchetu, ese on del bajista me llega a la pinga on, sale enmascarado, calato, ta bien huevón, oe le voy a sacar la conchasumare horita que baje nomás, horita que baje le voy a s…, apaga, apaga, nomás huevón (…) el bajista, el bajista nomás, el resto son todos de la puta mare, el bajista nomás a mí me llega la pinga-, -¿por qué?-, -el bajista dee . . . por que no sé brother, me llega a la pinga ‘on, me llega al pincho, ojalá que lo escuche, el bajista de Gejota me llega a la pinga, conchatumare el que salió enmascarado, córtame la mierda- días más tarde Garun mostraría el video (colgado en youtube[1]) de estas declaraciones al Perro quien respondería con un -puta no me acuerdo ni mierda-

Luego de escuchar las eruditas palabras del Perro, en el baño nos pusimos a rockan-rolear con el Pepex de Escape, viejo amigo boy-scout, quien me mostró su nueva caja siempre-listo. También nos acompañó el Neto, su batero y con otras puntas salimos a observar el convento del Carmen, que queda frente a la Chaska, y aunque por un momento ingresamos, logramos escapar.

Photobucket

Al regresar, si bien las bandas habían terminado, Perú Salvaje estaba con Clau, quizá la persona más celosa con ellos. Tanto que me costó pedirle al Garun que me acompañara al Jano’s pa’ la bajada. Él también la necesitaba.

Nos quitamos lateando por las bellas y viejas calles coloniales de un Trujillo acostumbrado a acoger generaciones de artistas. De eso mismo íbamos hablando con el Garun -¿por qué no formamos una especie de asociación?-, -¿como una logia?-, -bueno, quizás algo menos oscuro, si te ganas la mayoría de músicos, escritores, cineastas, pintores, actores que nacieron a mediados de los ochentas nos manyamos, y somos patas-, -fácil-, -entonces por qué no legalizarnos- y esta palabra me derivó a otras percepciones, el Garun siempre con su espíritu económico-burócrata.

Regresamos a la Chaska por el mismo camino, cruzando la Plaza de Armas que a eso de las cuatro de la mañana es como un cuadro. No sabemos lo que sucederá más tarde, pero de que le rendimos Tributo a un mañana, eso nadie lo podrá negar.


1 comentario:

Wilson Moreno R. dijo...

He oído tanto de la banda, algún día tengo que escucharlos en vivo...