ERIKA RAMÍREZ AVALOS
Te pido disculpas cuando callo,
el silencio de mis sentimientos confundidos
me cierran los labios;
sólo uno pugna por salir de esta su prisión,
allá va nuevamente el fugitivo incansable
nombrado amor.
¡Mujer!,
foco ardiente de placer,
todos te miran,
te miran y no te miran…
sólo me buscan a mí.
Ojos desorbitados, prisioneros de psicosis.
¡Horror! Los hombres y su metamorfosis,
en sus ojos veo el reflejo de mi belleza
y en sus narices,
la erección del morbo de su vergüenza.
Se miran y no se encuentran,
se ven y no se aceptan,
atrapados naufragan
en el seno de la tormenta.
La mar se ha tranquilizado,
las narices erectas han decesado
y un habitante extasiado
ha sido expulsado.
La metamorfosis ha culminado.
Rostros del sin placer,
déjenme cobijarme en un regazo más cómodo,
¡Mujer! Comprende:
Un CULO no lo es todo.
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